Ciencia del olfato, una disciplina en alza
El Covid-19, y sobre todo sus consecuencias sobre la pérdida de olfato, ha hecho que este sentido haya cobrado gran protagonismo en los últimos años.
El olfato ha sido un sentido de vital importancia para la supervivencia de la humanidad, manteniéndonos alerta frente a peligros. A pesar de ello, no se le ha prestado excesiva atención hasta que el Covid-19 lo ha traído de nuevo a la actualidad, al ser su pérdida una de las secuelas más frecuentes de la enfermedad.
Cada vez existen más estudios sobre el olfato y su conexión con el cerebro y aspectos como la memoria, por ejemplo. Hasta hace poco se pensaba que nuestro cerebro era capaz de diferenciar alrededor de 10.000 olores. Estudios recientes han demostrado que estas cifras se quedaban cortas. En realidad, el cerebro humano es capaz de reconocer hasta un billón de olores diferentes.
Fue en 20004, hace ya casi veinte años, que dos científicos de Estados Unidos, Linda B. Buck y Richard Axel, lograron el Premio Nobel de Medicina, por sus estudios sobre el olfato. Ambos descubrieron los receptores olfativos y la organización del sistema olfatorio, que plasmaron en un mapa olfativo.
Buck y Axel descubrieron que un grupo de 1.000 genes –de los alrededor de 30.000 genes que tiene el ser humano– está dedicado a la percepción de los olores. Cada uno de estos genes lleva dentro de sí la información para convertir a una célula nerviosa (neurona). Estos receptores permiten identificar los diferentes olores.
Al exponerse a un olor, las neuronas que tienen el identificador de esa molécula odorante se “encienden” y envían, a través de sus axones un impulso eléctrico que llega al bulbo olfativo del cerebro. Desde ahí, las señales pasan a las células mitrales y éstas mandan las señales al resto del cerebro. Esto explicaría según los especialistas que determinados olores puedan despertar recuerdos de momentos o experiencias vividas.
Relación entre el olfato y la amistad
Uno de los estudios más recientes sobre el olfato ha analizado su relación con la amistad.
El estudio “There is chemistry in social chemistry”, publicado en la revista Science Advances, apunta que las personas con olores corporales similares tienen más posibilidades de llevarse bien y convertirse en amigos/as.
Sus conclusiones señalan que el olor corporal contiene información que permite predecir la calidad de las interacciones sociales entre extraños.
Otro de los aspectos que subrayan es que las personas que sufren pérdidas olfativas son más propensas a experimentar deficiencias en sus relaciones sociales.
En Abedul Farma estamos especialmente sensibilizados con la importancia del olfato y por ello desarrollamos Anosmiun, un kit de entrenamiento olfativo para acelerar la recuperación del olfato tras el Covid-19 y otras patologías que afectan a este sentido tan importante.